Formar personas integralmente, inspirados en el humanismo católico de don Vasco de Quiroga, para que sean agentes de cambio comprometidos con el bien común de la sociedad.
Significa que la UVAQ favorece el desarrollo integral del ser humano a partir de un conjunto de valores humanos y cristianos, más allá de la instrucción y la transmisión de información, la adquisición de ciertas habilidades o el logro una excelencia académica.
La UVAQ considera a cada persona como un ser humano con cuerpo y espíritu, que posee una dignidad superior entre los seres terrenales por ser creado a imagen y semejanza de Dios.
Abarcar al todo con sus partes, en un desarrollo armónico de todos los elementos que constituyen al ser humano: cuerpo, sensibilidad, afectividad, inteligencia, voluntad y sociabilidad, para que el resultado sea el ser humano trascendente.
El educador se constituye en apóstol y necesita un estímulo trascendente. Ese estímulo es la doctrina cristiana vivida al estilo de don Vasco de Quiroga que contempla a todo el personal como formador y educador.
Disposición para influir en el mejoramiento del medio, proponer y adaptarse a las nuevas exigencias del entorno, siempre con un enfoque de servicio, proactivo y de bien común.
“Educere in Veritate”
Buscamos educar y no sólo capacitar profesionalmente; ser promotores de la cultura cristiana y no sólo ser espejo de la realidad; promover la justicia social y no lamentarnos de no tenerla entre nosotros; colaborar en la transformación de la sociedad y no mantenernos al margen. Esto, y más, es a lo que aspiramos conscientes del desafío que nos espera por ser una universidad católica.
Valor supremo, origen, fin y síntesis de todos los bienes y valores. El amor profesado a Dios se expresa en el amor a los demás y se concreta en la búsqueda permanente del bien para el otro.
Deseado y buscado. Debemos lograr que el bien se convierta en el objetivo fundamental de nuestras acciones. Hacer el bien siempre, y a todos, es el medio fundamental de perfeccionarnos.
Se constituye en la aspiración suprema de la inteligencia humana en su actividad científica, filosófica y teológica que nos permite dar razón y sentido tanto al universo como a nosotros mismos.
Debe llevarnos a tomar las decisiones individuales y comunitarias apropiadas según el ideario institucional, con el fin de lograr la perfección propia y el cumplimiento de nuestra misión.
El quehacer educativo se fundamenta en el reconocimiento de cada ser humano como persona e hijo de Dios. Por ello, vale la pena el esfuerzo y la dedicación que desplegamos en el quehacer educativo, que tiene como objetivo fundamental lograr el mejor ser humano posible.
Debe manifestarse con los que menos tienen y menos saben. Sólo si nos esforzamos para alcanzar esta virtud, podremos ser fieles a la vida y obra de don Vasco de Quiroga.
Nos permitirá ajustar nuestra persona, actos individuales, estructuras institucionales, decisiones, actividades, planes de estudio, proyectos, planeación y todo el ser de la Universidad a la consecución de nuestra misión. Por ende, al fin último trascendente.
En apego a la Misión UVAQ y al humanismo católico del Venerable Vasco de Quiroga, es fundamental el desarrollo completo y armónico de cada ser humano, en su cuerpo y en sus facultades espirituales: razón, afectos, memoria, imaginación y el sentido común a través de un recto pensar, recto hacer y recto sentir, que lo integra todo, mismos que se expresan y solidifican en la construcción de una humanidad más digna y justa considerando toda la dimensión formativa de la persona humana respetando su dignidad y derechos naturales.
La integridad física, emocional y espiritual fortalecen la integridad académica como una consecuencia de su compromiso con la verdad, sustentada firmemente en los principios y convicciones que le servirán de referencia en las decisiones y actos de su vida en general para conducirse con integridad en todo momento.
La Universidad Vasco de Quiroga reafirma su compromiso de observar los valores contemplados en su filosofía institucional los cuales van de la mano con la integridad para una mejor formación y desarrollo personal y profesional de la comunidad universitaria. Considera también como fundamento de la integridad los siguientes valores: honestidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad.